La utilización de papel
parece algo inofensivo y hasta culturalmente positivo, siempre que no se tenga
en cuenta el costo ambiental que tiene el uso del mismo.
Para
hacer una tonelada de papel, se talan alrededor de 17 árboles, y para fabricar 1 kilo de papel se gastan 324 litros de agua; estos datos se agravan cuando
tomamos conciencia de que un solo árbol proporciona la cantidad de oxígeno que
necesitan tres personas para respirar en un día.
Cuando
hablamos de reciclaje, en el imaginario colectivo es muy usual asociar la
actividad con lo académico. De hecho numerosas carreras universitarias y
actividades escolares se enfocan en la planificación de proyectos de esta
índole. En Perú se destaca la acción de los alumnos de diferentes
licenciaturas, como por ejemplo la actuación de los estudiantes de la Universidad del Pacífico quien hace
algunos años emprendió un concurso de reciclaje de papel y cartón; bajo el
nombre de Acción Sostenible, estos
jóvenes lograron sumar a universitarios de San
Ignacio de Loyola y San Martín de
Porres al emprendimiento. El objetivo de la iniciativa era obtener becas
escolares para la ONG Fundades y
disminuir la tala de árboles y el uso del agua; no obstante esto benefició
desde todos los puntos de vista al mejoramiento socio-ambiental.