Todos hemos
experimentado alguna vez una sensación de opresión en la zona del cuello,
previa al llanto. Comúnmente dicha situación se asocia a las emociones que
experimentamos en el momento, lo cierto es que esto es una reacción física.
La
razón exacta que provoca el llanto es desconocida, aunque está claro que se
vincula con las emociones. Lo que sí sabemos es qué sucede físicamente durante
este proceso y a que se deben las sensaciones que experimentamos. Ocurre que
momentos previos al llanto nuestro cerebro ordena enviar oxígeno a todo el
cuerpo, ese oxígeno se dispersa en nuestros músculos. Ante el esfuerzo por
tomar una mayor cantidad de aire, el sistema nervioso da la orden a la glotis
para que permanezca abierta durante el mayor lapso de tiempo posible, es decir
que nuestra garganta se encontraría abierta durante un tiempo prolongado, más
de lo habitual. A diferencia de cuando no lloramos, la glotis se cierra y se
abre cuando ingerimos alimentos, lo cual garantiza que la comida y el aire
viajen separadamente.
Cuando
nuestro cuerpo comienza a experimentar la sensación de llanto, nuestra glotis está
permaneciendo abierta, aunque físicamente se la está forzando a cerrarse; dicha
tensión modifica el estado de los músculos de la garganta, generando la sensación
del “nudo en la garganta”.
En
Perú una de las universidades que se ha detenido en el estudio del
funcionamiento de la glotis y sus diversas funciones, ha sido la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Cabe mencionar que este es uno de los órganos que influyen en el habla.