Ana Sobarzo, gerenta general de Bioincuba, incubadora de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), no tiene miedo en decir que los tres primeros años de la empresa no fueron buenos. “Nacimos cuando no se hablaba de innovación en el Perú. Éramos como un niño que nació prematuramente. Esa etapa duró hasta el 2014”, recuerda.
Un año antes el Ministerio de la Producción había lanzado una convocatoria para el fortalecimiento de incubadoras y Bioincuba participó. “Fuimos uno de los elegidos y desde entonces hemos asesorado a cerca de 50 emprendimientos”.
Como parte de la UPCH, una de las universidades que más investigación desarrolla en el Perú, Bioincuba busca contribuir a que surjan emprendimientos que apuesten por la tecnología. “Queremos emprendimientos que sean escalables, que tengan más innovación y desarrollo de por medio. Vender carritos sangucheros, que es muy loable, no nos interesa. Vender una app similar a Facebook, tampoco”.
En ese camino, han asesorado a emprendimientos como Fitobac, que desarrolla pelos radiculares con bacterias para absorción de metales pesados; Glucobi, un glucómetro que no requiere agujas para realizar pruebas de sangre; Sian, un sistema automático de inflado de neumáticos; Ochat, un sistema de chat controlado por guiños oculares, entre otras propuestas.
Sobarzo indica que en el Perú los fondos estatales del Concytec y del Ministerio de la Producción son casi los únicos a los que aspiran los proyectos de jóvenes emprendedores, además de algunas iniciativas privadas como Wayra o UTEC. Bajo su experiencia, un proyecto con alto componente tecnológico necesita por lo menos S/200 mil para alcanzar un prototipo y tener un producto viable.
Si bien Bioincuba se dedica principalmente a la incubación de proyectos, hace poco ha empezado a dar consultorías especializadas a medianas y pequeñas empresas que buscan ganar fondos con sus proyectos de innovación. “A las grandes no les interesa porque tienen sus áreas de innovación, pero las demás sí quieren, pero no saben cómo hacerlo. Nosotros estamos iniciando esa asesoría”.
Sobarzo se sincera: en este campo quieren seguir el camino iniciado por la PUCP, que hasta el momento le da buenos resultados. Un proyecto adicional que esperan concretar en el largo plazo es transferir la tecnología que se produce no solo en la UPCHsino en aliadas como la Universidad de Lima y la Agraria La Molina.
En pocas palabras, ser el nexo entre la academia y el sector empresarial. “La incubación y aceleración de emprendimientos nos ayuda, pero queremos avanzar en los otros dos objetivos: la asesoría especializada y conseguir vender tecnología”, finaliza.
Fuente: http://elcomercio.pe/economia/dia-1/bioincuba-upch-ha-asesorado-cerca-50-emprendimientos-noticia-191...